martes, 28 de enero de 2014

Stoner, de John Williams


He leído esta novela con interés y curiosidad, de un tirón. En caso de no ser así la hubiera abandonado. En general leo poca novela pues coincido con Josep Pla: a partir de cierta edad -40 años según él- ya no se deben leer novelas. Me propongo continuar con este escritor norteamericano, poco prolífico, con otras dos obras: Butcher´s Crossing, que está ambientada en el Oeste, y Augustus (traducida como El hijo del César), que se remonta al imperio romano.

Stoner es el nombre del protagonista, un profesor universitario que procede de una familia de campesinos pobres. Empieza estudiando agricultura y, hacia la mitad de los estudios, se cambia a literatura inglesa. La novela es en realidad un retrato y, por lo que parece, podría ser un autorretrato. Algunos dicen que esta es una novela “de campus”. En efecto, se desarrolla en un campus. Al margen de ellos no sé qué se entiende –ni me importa demasiado- con esta catalogación.

Williams nos relata los inicios de Stoner como profesor, su relación con una joven, su matrimonio, su única hija, sus relaciones laborales. La traducción es soportable, lo que ya es bastante en la edición española. Por el contrario, la prosa de Williams es notable por su sencillez, su equilibrio entre lo narrativo y lo descriptivo, su eficacia en suma.

John William nació en 1922, en Texas. Se enroló en el ejército en 1942. Siete años después obtuvo una licenciatura en la universidad de Denver y ejerció como profesor en Misuri. En 1970 publicó Stoner, su tercera novela. En 1973, Augustus, la última. Murió en 1994.

El meollo de esta novela radica en el destino de un hombre en una doble faceta: primero, en relación con su trabajo, con su vocación; y segundo, en relación con el amor, el matrimonio y la paternidad. Hay un momento en la vida de este hombre en que ambas facetas colisionan. Es aquí donde la escritura de Williams cobra todo su interés.

Williams describe el matrimonio de Stoner, dibujando también un acertado retrato de su esposa Edith, una joven de “buena familia”, cargada de represiones, tanto sociales como sexuales. La fuerte incompatibilidad entre ambos, cómo llevan esta circunstancia y la repercusión que ello tendrá en la hija de ambos, ocupa buena parte de la narración.


Stoner es un personaje de gran atractivo: un hombre hecho a sí mismo, introvertido, individualista, apasionado por su trabajo, y, sobre todo, noble y estoico. En muchos momentos puede parecer débil pero, en realidad, tiene una fuerza interior considerable. Sin embargo, en la vida hay decisiones y renuncias que no pueden superarse y por las que siempre hay que pagar una gran factura. ¿Qué es más importante en la vida de una persona, su vocación o su aceptación del amor? Cualquiera que sea la respuesta que cada uno otorgue a esta pregunta deberá pagar un precio. Stoner también paga el suyo. La soledad existencial de este hombre es conmovedora.

Ed. Baile del Sol, 2010, 242 pág.

Nota: He elegido la portada de la edición anglosajona porque me gusta más que la española. En la foto de abajo, John Williams.